Oda al Calzoncillo Campeón

(No podría recorrer estas rutas peligrosas con seguridad si no tuviera una reserva de sentido del humor. ~ Lord Nelson.)  

Imprescindible varón,

sexy prenda interior,
abrigo fiel
del órgano reproductor.
Eres niño juguetón
hiperactivo,
retozón.
Modelo de textura,
estilo y color,
lycra,
seda,
algodón,
¡se vale cualquier combinación!
Invocas tórrida pasión
calzoncillo apretado,
bóxer holgado,
¡qué importa la ocasión!
Tú eres robusto,
seductor,
Don Juan conquistador,
aunque carezcas pudor.
Te conozco
guasón,
alérgico al jabón,
esa raya de canela
no es decoración,
por ahí pasó un mojón.
¡Oh antiéstetica declaración!
Esa mancha marrón
ni excusa
ni razón,
falta de higiene
del inexperto playboy
cochino cagón.
¿Y ese peculiar olor?
Pedos,
orina,
sudor,
zumo de amor,
reunidos en un solo rincón,
aroma revienta pulmón.
¡Revélate Tenorio!
Te expones
al purgatorio,
mejor útil accesorio
en algún erótico
dormitorio.
Evoca vibraciones
no sucias visiones,
huele hermoso,
tierno,
masculino,
orgulloso.
Tienta a la imaginación
con una floja
o ajustada 
versión;
muestra pieza,
instrumentos,
dimensión,
aunque cuelguen
como hamacón.
No te cohíbas
tela precoz,
todos sabemos
que no eres
el Mago de Oz.
Saca pecho de galán,

¡no seas haragán! 

En la intimidad

convence

por unanimidad:

ojos,

nariz,
corazón...
que tú eres
un calzoncillo campeón.

  

Image taken from Internet.
@douglassdiaries